Hoy en día se desconoce su comienzo exacto pero se cree que fue jugado por primera vez por guerreros en Asia hace más de dos mil años.
La practica de polo en su entonces tenía como objetivo entrenar a los jinetes de las unidades de caballería. Particularmente en Irán tuvo carácter de deporte nacional, ahí precisamente se comenzó a asociar como un deporte de élite ya que era practicado por la realeza.
Varios siglos después el polo entró fue conocido por los occidentales, aprendiendo a jugar con caballos y elefantes.
Recién en 1869 un representante británico escribió una reseña sobre el deporte lo que contribuyó a la difusión del mismo, celebrándose por primera vez el encuentro Hounslow Heath en las islas británicas.
El polo es bienvenido en la Argentina
El polo llegó a la Argentina en 1875 de la mano de inmigrantes ingleses. Lo que más sorprendió de los criollos fue su descomunal dominio del caballo.
Al polo los paisanos le aplicaron las reglas del juego del pato con la ventaja de saber manejar el caballo con una sola mano.
El primer abierto se realizó en abril de 1893 en Hurlingham.
En Argentina Polo Day, el polo no es solo un deporte, es una cultura y una forma de vida
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